Una de las preguntas más frecuentes en las consultas pediátricas es sobre los mocos en los bebés. Es muy común la presencia de mocos en los bebés y niños hasta los 5 años. En este artículo te explicamos por qué.
¿Cuál es la función del moco nasal?
Los mocos recubren la membrana respiratoria, ya que su función es proteger el sistema respiratorio ante los elementos externos, como polvo, alergenos, virus y bacterias.
Los mocos nasales son 96% agua y 4% glucoproteínas. Su textura y color pueden cambiar, desde transparente y acuoso, hasta más denso, amarillo o verde. Según la Clínica Mayo, el cambio del color y textura del moco nasal es debido al aumento de células del sistema inmune, y las enzimas que lo producen, y no necesariamente es indicio de mayor carga bacteriana.
¿Por qué mi bebé tiene mocos?
Existen más de 100 virus causantes del resfrío común y en los primeros años se desarrolla el sistema inmune, es por eso que los bebés son especialmente sensibles al resfrío e infecciones.
Un bebé en su primer año puede tener hasta 7 refriados, este número puede aumentar si asiste a la sala cuna donde está en contacto con otros niños y niñas.
En el caso de los bebés menores de 3 meses, es importante comentar a su pediatra los síntomas, para asegurarse que sea un resfrío común y no algo más grave.
Ya que el sistema inmune de un bebé está en maduración, un resfrío común sin complicaciones demora entre 10 a 14 días en resolverse.
¿Qué hacer si mi bebé tiene moco nasal?
Los mocos son algo normal ya que son parte de la defensa del sistema respiratorio, por si mismos no son dañinos. Si no significan una molestia, no se debería tomar medidas, pero cuando es un exceso de mocos dificulta la respiración, el sueño o la alimentación del bebé, si se debe actuar.
La gran mayoría de los pediatras no recomienda el uso de fármacos, mucolíticos o anticongestivos, a menores de 2 años para el tratamiento de los mocos, ya que su eficacia en menores no está demostrada por estudios científicos y pueden tener efectos secundarios como taquicardia.
El lavado nasal con un spray con agua de mar como Stérimar Bebé es un método seguro y recomendado por pediatras. Ya que contiene minerales y la concentración de sal adecuada para disolver eficazmente el moco, sin causar irritación al bebé.
El bebé debe estar recostado, con la cabeza de lado, se debe aplicar Stérimar Bebé en la fosa que queda arriba, aplicar, limpiar, y luego girar el bebé y repetir en la otra fosa nasal. Tal como lo indica este video
La hidratación del bebé es primordial, si el bebé toma suficiente agua el moco será menos espero y podrá eliminarse con mayor facilidad.
Evitar ambientes muy secos, ya que resecan e irritan la membrana respiratoria, un ambiente húmedo es preferible en estos casos. La humedad ambiental puede mantenerse con un humidificador o con métodos más sencillos.
